Siempre es difícil encontrar una definición satisfactoria de cualquier género musical o estilo artístico, pero encontrar las palabras precisas que definan el jazz es una tarea especialmente complicada. Es sin duda uno de los fenómenos musicales más importantes del siglo xx y a menudo tan alejado de los adolescentes y del público general como la música clásica.
A pesar de la naturaleza flexible del jazz, que ha dado lugar desde sus orígenes a multitud de estilos (blues, ragtime, estilo Nueva Orleans, dixieland, swing, bebop, cool jazz, hard bop, free jazz, etc.) y también a una multitud de fusiones, como el jazzflamenco o el latin-jazz entre otros, podemos establecer algunas características que se repiten y que lo distinguirían de la música clásica europea:
Romare Bearden. Jamming at the Savoy. c.1980-1981.
Uno de los elementos más importantes de la expresión musical es la acentuación, ya que determina la organización rítmica de la música. En Occidente la mayoría de las composiciones musicales se han construido acentuando el primer tiempo de cada compás, pero el mundo del jazz descarta esta acentuación y la invierte. Pasamos del esquema tradicional de un compás de cuatro tiempos, donde los acentos están en el primero y en el tercero, a otro en el que se acentúa el segundo y el cuarto, los que en el ámbito de música clásica denominamos “tiempos débiles” del compás.
De este modo en las subdivisiones o contratiempos el acento se encuentra en el offbeat
El término swing (move back and forth) significa literalmente columpio, balancearse y hace referencia al efecto rítmico implícito en la gran mayoría de los estilos del jazz.
El fraseo de swing es una práctica no escrita que se basa en cambiar la habitual división de corcheas iguales y desplazar el equilibrio en favor de la primera corchea (downbeat) frente a la segunda (offbeat). El músico produce deliberadamente un desplazamiento del tempo en el cual se tiende a prolongar la duración del primer sonido y a reducir el segundo obteniendo una rítmica que se aproxima a la subdivisión ternaria. Las corcheas aparecen representadas en la partitura de forma convencional pero el intérprete sabe que debe aplicar esta modificación en favor de la primera de cada par.
Nuestro sistema de notación es impreciso para representar gráficamente este fraseo, ya que la ejecución no es estricta en cuanto a la duración de cada corchea. Cuando la prolongación de la primera corchea equivale al doble de duración de la segunda se suele hablar de ritmo schuffle.
En general, la mayoría de autores comparten que el fraseo de swing es más marcado en los primeros periodos de la historia del jazz y más sutil a medida que evoluciona hacia otros estilos como el bebop o el jazz moderno.
Los acentos, el uso abundante de síncopas y contratiempos, y el fraseo de swing, van a ser determinantes en la sensación de movimiento que nos produce el jazz inmediatamente al escucharlo.
El swing, además, es un estilo concreto dentro del desarrollo del jazz. En los años treinta, la época dorada de las big bands, los medios de comunicación utilizaron este término para referirse el estilo de jazz predominante y al baile que acompañaba a esta música y que vuelve a estar de rabiosa actualidad.
El jazz es por definición una música esencialmente improvisada que tiene como punto de partida la estructura armónica de los temas melódicos. La improvisación existe en la creación musical de todas las culturas, aunque tenga o haya tenido mayor o menor consideración según los estilos y las épocas.
Pero, ¿qué significa improvisar en música? La palabra improvisar del latín improvisus. Según la Real Academia Española, es "hacer algo de pronto, sin estudio ni preparación."
En el lenguaje cotidiano a veces lo consideramos algo positivo y alabamos la capacidad de las personas para enfrentarse a diferentes situaciones improvisando, pero otras veces lo consideramos negativo. Hacer una cosa sin tenerla prevista o preparada, poco elaborada, equivale a hacer algo de manera poco profesional, sin pensar... "No improvises, piensa antes de actuar". Hay cosas que no se pueden improvisar. Habrán improvisado en el último momento...
En el contexto musical el término se opone a la idea de composición escrita y por lo tanto al de “música culta” y describe la composición e interpretación en la música de forma simultánea.1
La improvisación en música "es la creación de una obra musical, o de la forma final de una obra musical, mientras se está ejecutando. Puede tratarse de la composición inmediata de la obra por parte de sus intérpretes, o la elaboración o ajuste de un marco existente, o cualquier otra intermedia. Hasta cierto punto, cada interpretación conlleva elementos de improvisación, aunque su grado varía según la época y el lugar, y en cierta medida cada improvisación se basa en una serie de convenciones o normas implícitas»2
La improvisación musical debería ser una práctica fundamental en la educación musical y, a pesar de formar parte del currículo del área de música en secundaria, muchas veces nos causa terror. Según Violeta Hemsy está determinada por tres parámetros: los materiales sonoros (con qué vamos a jugar), los objetivos (para qué vamos a jugar) y las técnicas (cómo vamos a jugar).
Si pensamos en la improvisación como un juego, lo primero que necesitamos es conocer las normas para poder empezar a jugar. Para crear un solo de jazz, los músicos necesitan conocer algunos de estos elementos o reglas básicas:
Una de las estructuras más simples del jazz para improvisar es la rueda de blues: un
ostinato armónico sobre los acordes de tónica, subdominante y dominante a lo largo
de doce compases.
1. Músicas no escritas: el poder de la improvisación
2. "Improvisation", Stanley Sadie and John Tyrrell, The New Grove Dictionary of Music and Musicians