Las obras
Tres formas de crear danza ejemplificadas en las tres piezas de danza que veremos en el concierto.
4.1 Cul de Sac: crear desde otras artes
Cul de Sac es una expresión de origen occitano que significa, literalmente, "fondo de saco". Cul-de-sac se dice del punto muerto, el callejón o la carretera sin salida o de un pensamiento o acción que no conduce a ninguna parte.
El título de la pieza es orientativo de su universo conceptual: los límites físicos y mentales que se oponen a los deseos de realización de todo ser humano. La danza asume aquí cierto carácter narrativo y nos presenta una comunidad de seres confinada entre cuatro paredes, obligada a un pacto social, pero, sobre todo, a hallar la libertad en su fuero interno.
La referencia primordial en Cul-de-sac es el universo del escultor español Juan Muñoz (1953-2001), artista fallecido un año después de recibir el Premio Nacional de Artes Plásticas. Podemos decir que Cul de Sac "exporta" el imaginario del escultor, imprimiendo vida a sus figuras monocromáticas -gris plomo-, e imbuyendo de movimiento a las tensiones entre individualidad y sociedad que sugieren sus instalaciones.
El cuidado de la plástica, que podría considerarse una de las señas de identidad de Kor'sia, alcanza un cénit en esta obra donde luz, escenografía y vestuario se alían para recrear una distopía paralela a nuestra realidad en la que, no obstante, aún hay una ventana abierta a la esperanza. La danza es atravesada por las bellas artes, pero no solo eso. Es posible hablar de una innovadora fusión interdisciplinar como resultado de una investigación que da comienzo en 2015 y que se fundamenta en una valiosa herencia teatral: desde el teatro existencialista a la La clase muerta del polifacético director de teatro y escenógrafo Tadeusz Kantor (1915-1990), pasando por Samuel Beckett (1906-1989).
El lenguaje del absurdo es trasladado a la danza: espaldas encorvadas o actitudes maquinales. La técnica posibilita usos del texto ajenos a los convencionales. En este sentido, los trabajos más desconocidos de Juan Muñoz, relacionados con la creación de carácter auditivo (por ejemplo, su programa de radio realizado con el compositor británico Gavin Bryars, A man in a room), han constituido una fuente de inspiración. La música se pone al servicio de la recreación de un extenso abanico de estados de ánimo, clímax y anticlímax, a partir del minimalismo sacro de Arvo Pärt, las partituras de Nino Rota y alguna ruptura más folclorista.
Por su atractiva mezcla de registros y lenguajes y sus guiños a la narración y a las artes dramáticas, Cul de Sac es una pieza ideal para acercar la danza contemporánea al público general e irradiar el legado de Juan Muñoz dentro y fuera de España.
El escultor Juan Muñoz y su obra
Escultor, escritor, ilustrador y creador de artes auditivas, Juan Muñoz Torregrosa, el "poeta del espacio", nació en Madrid en 1953 en el seno de una familia numerosa y bien asentada. En la década de los setenta Muñoz viaja a Londres y estudia en el Croydon College y en la Central School of Art and Design. Allí conoce a su futura esposa, la escultora española Cristina Iglesias, y a los 29 años gana la beca Fulbright con la que pudo viajar a Nueva York para estudiar en el Pratt Institute, centro de estudios privado de arquitectura, diseño interior y diseño industrial fundado en 1887.
Juan Muñoz desarrolló una exploración psicológica de la persona, el espacio y la relación espectador-obra en centenares de obras artísticas, principalmente escultóricas, pero también en ensayos-ficción literarios, obras sonoras, piezas radiofónicas e ilustraciones a mano. En 2000, Muñoz recibe el Premio Nacional de Artes Plásticas, al que respondió con un lacónico "creo que me compraré un reloj". El escultor fue el primer artista español en exponer en la Sala de las Turbinas de la Tate Modern de Londres con su obra Double Bind de 2001, su última creación y considerada su obra cumbre. Juan Muñoz falleció en 2001 en Ibiza a los 48 años de un paro cardíaco.
¿Qué vemos?
En el primer fragmento danzado de este proyecto Creando con el cuerpo: descubrir la danza consolidamos la idea de que nuestro proceso creativo está siempre entendido como un acto comunicativo: no hablamos de danza abstracta, o de movimiento por movimiento, sino que existe una idea o concepto previo que deseamos contar. Nuestra creación está concebida desde un punto de vista narrativo, al que accedemos de muy diversas maneras.
La narración en Cul-de-sac no está configurada desde un punto de vista literario (inicio-nudo-desenlace), sino a través de la construcción de un imaginario, en ciertas ocasiones de corte visual (escenas o imágenes del imaginario colectivo), que "contiene" la idea de la que estamos tratando. En consecuencia, Cul-de-sac se sitúa dentro de un marco cerrado, un lugar sin salida, un cul-de-sac, que se refiere al universo conceptual de la pieza: los límites físicos y mentales que se oponen a los deseos de realización de todo ser humano, "un cuerpo que dice 'yo' y hace no", como afirmaba Nietzsche en Así habló Zaratrusta (1885). Por ello, la obra también incluye una corporalidad limitada, contenida, espástica, que se refleja en el movimiento de los bailarines.