Creando con el cuerpo: descubrir la danza
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danza

3.2 La danza escénica

El tipo de danza al que nos vamos a referir y trabajar en este proyecto es la danza escénica, por lo que vamos a plantear a continuación un marco de estudio básico.

Bailarinas de Kor'sia preparando vestuario y maquillaje para 'Somiglianza'. © Dolores Iglesias / Archivo Fundación Juan March Bailarinas de Kor'sia preparando vestuario y maquillaje para Somiglianza. © Dolores Iglesias / Archivo Fundación Juan March

La danza escénica se define como una manifestación artística donde se utiliza el movimiento del cuerpo acompañado o no de música, diseñada para un espacio que puede ser un teatro o un espacio menos convencional para la representación escénica como un museo o la calle. Como toda manifestación artística, la danza es una forma de expresión, una forma de comunicación, ya que está pensada para ser recibida por un público en un acto comunicativo que tienen lugar a través de una puesta en escena.

En el caso específico de la danza, se utiliza un lenguaje no verbal, algo que comparte con la música instrumental, donde los intérpretes expresan sentimientos, emociones, historias, hechos o ideas a través de los movimientos y gestos que emplean para producir sonido con su instrumento.

Para el diseño de la danza escénica, es decir, para el proceso de producción que va desde la idea primigenia hasta que los bailarines se suben al escenario para transformar sus movimientos corporales en danza, entran en juego varios elementos y se establecen varios oficios que es necesario conocer para abordar los objetivos de este proyecto didáctico.

LOS OFICIOS

  • 1. Coreógrafo. Al arte de crear danzas se le llama coreografía, literalmente, "escritura de la danza". Etimológicamente viene de las palabras griegas χορεία [khoreia = baile] y γραφή [grafi = escritura]. A la persona que crea, diseña, piensa e investiga sobre el proceso de crear las coreografías se le conoce como coreógrafo.
  • 2. Bailarines. Las personas que ejecutan la danza son bailarines o intérpretes y pueden variar, dependiendo de la obra coreográfica, en número, sexo y edad.
  • 3. Repetidores. Son las personas que se encargan de "pasar" los ensayos. Su función es unificar la idea coreográfica con los pasos físicos sobre el escenario. Ayudan a los bailarines a que sus pasos sean los adecuados y correctos, que los grupos vayan en conjunto y, en definitiva, que la esencia del trabajo del coreógrafo se traslade a la representación escénica, convirtiéndose en el ojo externo de la obra coreográfica.
  • 4. Asesor artístico. Sincronizar el trabajo de todos los roles descritos previamente es muy difícil, por lo que es cada vez más habitual hacer uso de personas, ajenas o no a la compañía de danza, cuya misión es ayudar a los coreógrafos a pensar y reflexionar sobre las ideas que quieren transmitir en su coreografía. A estas personas se les denomina asesores artísticos y forman parte del proceso creativo de la obra coreográfica, especialmente en el momento crucial en que una idea "mental" se transforma en una realidad, es decir, en una coreografía.
  • 5. Roles técnicos. Hay numerosos trabajos que se vinculan a la danza escénica pero que no aparecen representados en el hecho escénico. Son todos los roles técnicos sin cuyo trabajo la danza no sería posible:
    • a. Diseñadores de luces
    • b. Escenógrafos
    • c. Diseñadores de vestuario
    • d. Técnicos de luz y sonido
    • e. Sastres y sastras
  • 6. Industrias culturales. La danza, como todas las artes escénicas, forma parte de lo que denominamos industrias culturales. Los equipos encargados de gestión, producción y distribución llevan a cabo toda la parte administrativa y ayudan a los coreógrafos, bailarines y compañías con sus necesidades.
    • a. Los productores son las personas encargadas de gestionar las necesidades específicas de cada producción y de coordinar el trabajo de los diferentes roles técnicos y artísticos para que se pueda llevar a cabo el trabajo escénico.
    • b. Los distribuidores se encargan de vender una obra coreográfica a los diferentes teatros y festivales.

LOS ELEMENTOS

Los elementos de la danza son, como hemos visto, fundamentalmente dos: el cuerpo y el movimiento. Son los que se utilizan para construir una coreografía, una obra de danza. Pero también hay muchos otros aspectos que hemos de considerar para que el proceso de creación en la danza pueda considerarse completo. Son susceptibles o no de utilizarse en su totalidad por los coreógrafos. Algunos de ellos son sustanciales para que la danza tenga sentido, como la música. Otros tienen la finalidad de incrementar la capacidad expresiva de la obra coreográfica, como el vestuario o la escenografía.

  • Música. Aunque parece que música y danza siempre han ido fusionadas, la música es un elemento más de una obra coreográfica, de la que puede hacerse uso o no a decisión del coreógrafo.
  • Escenografía. Son los elementos que se concentran en y se diseñan para el espacio escénico. La escenografía se utiliza para "envolver" y soportar la idea del coreógrafo.
  • Vestuario. Se refiere a la indumentaria que llevan los intérpretes a la hora de salir al escenario. En general, está diseñada expresamente para este acto, para una determinada coreografía, y ha de primar la comodidad del bailarín, que debe de ser capaz de moverse cómodamente durante la actuación.
  • Dramaturgia. Se refiere a la construcción de un entramado o ideario que subyace debajo de toda creación y que ayuda a materializar las ideas del coreógrafo. Este concepto establece, en origen, una relación con el teatro. Sin embargo, desde finales de los años setenta, con la creación de la concepción de la danza-teatro de la mano de Pina Bausch, la dramaturgia pasa a formar parte de los conceptos propios de la danza. La dramaturgia en la danza puede ser una herramienta útil para agrupar una obra donde no tenemos un principio, intermedio y final claro; es una fuerza motriz que permite al creador navegar por la complejidad de las opciones coreográficas contemporáneas.
  • Otros. Texto, canto, voz, gesto y proyecciones audiovisuales, entre otros recursos. En la obra coreográfica subyace, cada vez más, una concepción sinérgica.