(Madrid, 1823-1894)
Barbieri, una de las grandes figuras de la historia de la música española, desempeñó un papel definitivo en variados frentes: la composición, la investigación musicológica y bibliográfica, el coleccionismo musical, la dirección coral y orquestal, así como la labor de difusión periodística a través de crónicas y artículos. Publicó el Cancionero de Palacio, que redescubrió la figura de Juan del Enzina. Fue cofundador del Teatro de la Zarzuela de Madrid y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y de la Real Academia Española. Compuso un gran número de zarzuelas y otros géneros musicales. El Barberillo de Lavapiés, una de sus obras más difundidas, refleja la intriga política en la época de Carlos III mientras recrea el casticismo madrileño.
(Madrid, 1846-1908)
Figura popular muy admirada en su época, fue un gran improvisador dotado de un gran talento natural. Al tener poca formación musical tuvo que valerse de colaboradores que escribieran su música. A pesar de ello, fue capaz de recoger la música madrileña de finales del siglo XIX en sus obras a modo de folklore urbano que luego era devuelto al pueblo, quien memorizaba estas melodías, incluso entre las clases más bajas. En El Bateo retrata los barrios bajos con su habitual gracia popular. Su Preludio es uno de los más emblemáticos de la historia de la zarzuela.
(Villena, 1851-1909)
De familia humilde, pasó verdaderas penalidades hasta que logró salir adelante como compositor. Su sentido de la independencia le hizo renunciar a su nombramiento como académico de la Lengua y a director del Conservatorio, en una huida de la vida pública. Sin embargo, creó la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música. Es de destacar su gran invención melódica y su velocidad de composición, que propició una extensa producción de óperas, operetas y zarzuelas. Su primer gran éxito fue Música Clásica, que presenta con habilidad temas de otros compositores. La Revoltosa, obra representativa de la música madrileña, ha quedado como ejemplo castizo del género chico.
(La Habana, 1890-1970)
Está considerado como uno de los emblemas de la identidad nacional. Su vastísima obra recoge un “cubanismo” ejemplificado por ritmos, armonías y timbres del país en guajiras, habaneras, rumbas y danzones, así como el sentimiento cubano presente en los temas que tratan sus zarzuelas y canciones. Fue un gran activador de la vida cultural cubana al impulsar la labor de instituciones y fundaciones, cofundador de la Orquesta Filarmónica de La Habana y de la Sociedad de Autores de Cuba. Su obra Cecilia Valdés es el primer exponente de la lírica nacional que pone a prueba la técnica de los cantantes.
(San Sebastián, 1897-1988)
Violinista de formación, fue un excelente director que estuvo al frente de la Orquesta Filarmónica de Madrid así como de la Banda Municipal. Como compositor cultivó no sólo la zarzuela, sino el género sinfónico, la música de cámara y el lied. Fue uno de los últimos grandes compositores que actualizó la zarzuela, a la que aportó un vasto repertorio de calidad en la fase final de este género. Katiuska, calificada de fenómeno social por su enorme éxito, Don Manolito y La del manojo de rosas son sólo tres ejemplos de su magnífico catálogo.