La excelente formación musical que Donizetti recibió de Simon Mayr, compositor y párroco de la iglesia principal de Bérgamo, le permitió abordar una intensa labor creativa que sólo cesaría con la enfermedad y la muerte. Fue, como Rossini, muy rápido y certero en la composición, llegando a alcanzar una media de producción de cuatro obras por año. A lo largo de 27 años de trabajo escribió un total de 70 óperas. Si bien es cierto que los compositores de esta época se veían espoleados a componer a toda velocidad por la exigencia de los encargos, el caso de Donizetti llama la atención no sólo por su velocidad, sino por la enorme capacidad para abarcar, tanto la ópera seria, como la cómica, dualidad que le acompañó hasta el final.
Donizetti agregó una dosis muy importante de dramatismo teatral a la ópera del Bel Canto, con un grado de realismo mucho mayor que cualquier compositor de su tiempo. Integró lo que hoy se denomina escuela belcantista junto a Rossini y Bellini, un trío de ases que dominó la escena operística hasta la llegada de Verdi. Donizetti, al que se considera el antecesor directo del insigne compositor de Busseto, fue clave para asentar el gusto por el “bel canto” en su país y difundirlo por toda Europa. Contribuyó, así mismo, a sedimentar los principios estéticos del Romanticismo en la ópera. Su creatividad melódica nos ha dejado muy buenos ejemplos en los que puede apreciarse no sólo una acertada caracterización de los personajes, sino la humanidad que estos desprenden.
L’elisir d’amore es, junto a Don Pasquale y El barbero de Sevilla de Rossini, la tríada de obras maestras del género bufo. Sobre el libreto de Felice Romani (1288-1865), Donizetti dota a esta ópera en dos actos de un gran equilibrio en todos sus números, que logran renovar el interés a medida que se suceden, ya sea por su frescura y su gracia, por su elegancia o por su dimensión cómica. Se estrenó en 1832 como sustitución de otra obra que no fue presentada. Caso parecido ocurrido con El barbero de Sevilla de Rossini. Como éste, compuso la ópera en muy breve espacio de tiempo -dicen que unos quince días- y tampoco le quedó más remedio que usar y adaptar números previamente compuestos. Sin embargo, logró dotar a la obra de frescura y vitalidad a la vez que intercala momentos sentimentales y melancólicos que hacen evolucionar a los personajes en su psicología.
Obtuvo buenas críticas, como la de la Gazzetta de Francesco Pezzi: “El estilo es vivo y brillante, el paso de lo bufo a lo serio se produce con gradaciones sorprendentes, y las emociones están tratadas con una pasión realmente musical. … La orquestación es siempre brillante, y apropiada a las situaciones. Revela la mano de un maestro y acompaña una línea vocal a veces brillante y otras apasionada”.
Si bien en un principio el argumento presenta una comedia de ámbito rural que plantea la relación amorosa entre el labriego analfabeto y la rica propietaria, enseguida se verá que la historia alcanza mayor profundidad, ya que la ópera arranca precisamente con uno de los grandes mitos de la literatura medieval europea: la historia de Tristán y el filtro de amor, que narra el romance del siglo XIII de Godofredo de Estrasburgo y que luego Wagner engrandecería para su Tristán e Isolda en 1865. En la ópera de Donizetti quien ofrece el filtro de amor es nada menos que un vendedor charlatán que ofrece vino de Burdeos como una extraordinaria medicina que todo lo cura y que, después de todo, dará las fuerzas suficientes al tímido Nemorino para vencer su timidez y confesar su amor a Adina
Personajes | Identidad | Voz | Tesitura y características |
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Personajes: Adina | Identidad: rica terrateniente | Voz: soprano ligera | Tesitura y características: debe alcanzar hasta el do5 gran agilidad vocal, saltos vocales y coloratura |
Personajes: Nemorino | Identidad: joven campesino | Voz: tenor lírico-ligero | Tesitura y características: debe alcanzar el la3 gracia para la interpretación |
Personajes: Belcore | Identidad: militar | Voz: barítono bufo | Tesitura y características: debe alcanzar el fa3 barítono bufo |
Personajes: Dulcamara | Identidad: vendedor charlatán | Voz: bajo bufo | Tesitura y características: hasta el fa3 requiere canto sillabato, agilidad y potencia y carácter en la escena |
Personajes: Gianetta | Identidad: muchacha del pueblo | Voz: soprano | Tesitura y características: |
Personajes: Notario | Identidad: | Voz: figurante | Tesitura y características: |
Personajes: Soldado | Identidad: | Voz: | Tesitura y características: |
Personajes: Moretto | Identidad: criado de Dulcamara | Voz: a veces papel mudo | Tesitura y características: |
La acción se desarrolla en un pueblo de la Toscana a comienzos del siglo XIX.
ADINA: joven propietaria del pueblo que se define a sí misma como voluble y caprichosa y que muestra una constante alegría de vivir. Sin embargo sufrirá una transformación que va de la coquetería y el envanecimiento al ser halagada por Belcore, a dar muestras de amor sincero cuando compra con su dinero la libertad de Nemorino.
NEMORINO: ingenuo y pobre campesino enamorado de Adina. Su inocencia nunca resulta ridícula, no es un tonto, por más que él lo diga de sí mismo, aunque sí muy tímido. Es un joven que muestra nobleza y sinceridad y que conmueve cuando se analiza a sí mismo con profundidad:
Ella lee, estudia, aprende . . .
no hay nada que ella ignore . . .
yo no soy más que un idiota
que no sabe más que suspirar.
¿Quién iluminará mi mente?
¿Quién me enseñará a hacerme amar?
BELCORE: es el sargento del cuartel de Villaggio que hace la corte a Adina. Presuntuoso y fanfarrón, en realidad es un seductor que explota el encanto que concede el uniforme, pero que tiene la virtud de encajar deportivamente la derrota amorosa. Es un “miles gloriosus”.
DULCAMARA: falso médico vendedor de un elixir que arregla todo tipo de afecciones y, sobre todo, su maltrecho bolsillo. Es un charlatán de feria que tiene conexión con el Barbero de Rossini. Arquetipo de virtudes y defectos del vendedor ambulante. Su nombre, que significa “agridulce”, da la medida de la doblez del personaje que tiene dos caras, la propia y la que vende. Es el doctore astuto, cínico y parlanchín procedente de la commedia dell´arte, conocedor de la naturaleza humana.
GIANNETTA: amiga de Adina, muchacha del pueblo.
La rica granjera Adina cuenta a los labradores del pueblo la historia del filtro maravilloso que utilizó Isolda para enamorar a Tristán. El tímido Nemorino, joven e inocente labriego, la observa enamorado mientras revela sus sentimientos. De pronto aparece el sargento Belcore al frente de sus soldados. Adina coquetea con el militar provocando los celos en Nemorino, que se decide a hablar con Adina y declararle sus sentimientos, pero ésta le rechaza aconsejándole ser indiferente al amor. Poco después llega al pueblo el vendedor ambulante Dulcamara ofreciendo su elixir de cualidades maravillosas que cura cualquier tipo de afección. Nemorino aprovecha para preguntar a Dulcamara si tiene el filtro amoroso de la reina Isolda. El falso doctor, advirtiendo la ingenuidad del joven, le vende una botella de vino de Burdeos, diciéndole que el “elixir” surtirá el efecto deseado en 24 horas. Ante la idea de atraer a Adina con el influjo del elixir, el joven se lo bebe de golpe, de manera que se pone muy alegre y se muestra indiferente a Adina.
Belcore decide reiterar a ésta su petición de matrimonio, hecho que ella aprovecha para dar celos a Nemorino, prometiéndole casarse con él enseguida. Nemorino necesita otra botella de elixir para acelerar su efecto, pero frustrado al no tener más dinero, se va desanimado. Belcore, al ver que el joven necesita dinero, le ofrece alistarse en el ejercito donde conseguirá unos escudos, lo que convence al joven labriego.
Gianetta y las campesinas comentan la noticia: Nemorino ha heredado una gran fortuna por lo que el chico se ha convertido en un buen partido. Al llegar éste, ignorante de la noticia, las muchachas intentan conquistarlo, por lo que el joven piensa que es el efecto del elixir. Cuando acuden Dulcamara y Adina se asombran con la escena. La joven está confundida y el doctor empieza a creer en la virtud milagrosa de su “elixir”. Entonces Dulcamara le cuenta a la granjera como vendió al joven el elixir milagroso y que éste sacrificó su libertad alistándose para conseguir el dinero necesario para comprarlo. Adina, conmovida, comprende la situación y advierte que está enamorada de Nemorino. Cuando éste aparece, la joven le restituye el contrato que le ha vuelto a comprar a Belcore para que Nemorino no abandone la aldea, pero el muchacho se lo devuelve diciéndole que prefiere morir soldado si ella no le ama. Entonces ella le declara su amor y Nemorino enloquece de felicidad. El doctor revela la noticia de la muerte del tío de Nemorino, así como la gran herencia que éste acaba de recibir. Todos festejan el compromiso de los novios salvo el sargento, mientras Dulcamara proclama que todo se debe a su maravilloso elixir.
El elixir de Dulcamara, un buen vino tinto, funciona como un liberador de pasiones que descubre a los personajes sus íntimos sentimientos. Gracias a sus efectos Nemorino se convence de que ha de defender ante Adina su amor por ella.